Los potentes rayos solares le cegaban, se sentía confundida,
no sabía dónde estaba, como había llegado allí, ni siquiera sabía que día era.
Había perdido la noción del tiempo, no se acordaba de nada, excepto de una
cosa, de él.
Recordaba su cara perfectamente, es como si le tuviera allí
delante de sus narices, observándola, mirándola a los ojos fijamente, como si
el tiempo no existiera…
Sus pequeños ojos eran de un color marrón puro, algo oscuro,
tampoco demasiado. Era bizco, pero aún así era terriblemente monoso *.*. Su
mirada, así tan de cerca era inquietante hacía que se le encogiese el corazón,
sus ojos no paraban quietos, parecía que buscaban algo pero no acababan de
encontrarlo. A continuación ella se fijó en su nariz y en sus orejas, eran pequeñas
, tenían una redondez especial, sobre todo
la nariz, era lo más lindo que había visto en su vida. Tras observarle,
él le lanzó una sonrisa y ella se la
devolvió, la reacción de el fue quedarse un momento a contemplar su tez,
acariciarla suavemente y besarla .
Abrió los ojos de un sobresalto y comprobó que todo había
sido un sueño, solo un sueño… aquel sueño que le metió a aquel chico tan mono
en la cabeza y el cual ella no paraba de pensar, pues solo deseaba volver a
verle.
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