lunes, 26 de diciembre de 2011

El príncipe y la princesa.


Eran un príncipe y una princesa los dos bajo una mesa, entre la neblina espesa. La princesa era una fácil presa a los encantos de cualquier ser aunque provoque un mínimo espanto, pues todos tenemos nuestro encanto, al enterarse de eso el príncipe dispuesto a encontrar pareja, no se sabe sí sólo quería una pendeja,no dudó en susurrarle a la oreja qué era linda, guapa, qué le atraía bastante. Ante esto la princesa cayó en el cesto cuando sus mejillas empezaron con un leve sonrrojamiento y no dudo en mostrarle su contento y por supuesto corresponderle en ese mismo momento. No era espacialmente atractivo, pero tenía algo especial algo qué sólo podía percibir por los sentidos. Quedaron una tarde desolada ,la cosa se alargó hasta la madrugada, cuando la princesa se quedó apenada, el príncipe se marchó contento,o eso dio a entender. Meses después la princesa lo añoraba, sentía qué se enamoraba, pues era ya una esclava atontada, su corazón estaba en continúa palpitación simplemente con leer alguna de sus cartas o escuchar alguna canción, se estaba convirtiendo en su religión. No se molestó en ponerle solución ,pues ella pensaba qué el príncipe tras ella andaba, de lo cual ella estaba equivocada, ya qué el príncipe la rechazaba. Sin darse cuenta comenzaba a sentir qué le amaba y sollozaba entre hojas de papel mojadas, en las cuales se había dibujado ahorcada. el príncipe prosiguió con su vida como si nada, pues todo esto ignoraba, tampoco se preocupó de el estado de la princesa ya qué no le importaba nada, sólo era una simple presa. Pasaron los años y la princesa todavía vivía en aquel desengaño, presa de sus sentimientos, los cuales llevaba muy adentro, sólo sabía mostrar su lamento. Decidió darle al príncipe un escarmiento, pues aún pensaba qué algo le importaba, tenía qué provocarle algún sentimiento de culpa. asegurándose de qué su hazaña no fuera saboteada, decidió morír colgada, no tardó en coger un grueso cordel y atarlo a un brazo de la lámpara de su cuarto, la princesa estaba curada de espanto, inmediatamente se subió a una silla, le temblaban las piernecillas, con el cuello ya rodeado, no quiso mirar al pasado,estaba decidida a hacerlo. De repente ,se dejó caer, el mundo se detuvo, la princesa se desvaneció, quedó suspendida en el aire. El príncipe no apareció, ni si quiera se enteró, pero tampoco se preocupó. Nadie se esperaba qué la princesa acabara tan mal, esta es una historia de trágico final.




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