viernes, 3 de febrero de 2012

Paranoias de madrugada.


Hay cosas que no entiendo y que jamás entenderé, no sé ni si quiera si esperaré a dormirme, no descarto que vuelvas a mentirme, perseguirme en mis sueños no te sacia, todo esto me da tanta rabia que si sabía a algo la sabia de aquel árbol me da igual, no lo sé ni siquiera lo pensé, recuerdo por la mañana aquel olor a café, y no, no me lo tomé porque a mí no me gusta, pues me disgusta lo único que no le asusta a mi paladar es el colacao y sí como bien dicen en el anuncio “A mí, que no me lo cambien”, aunque no acabo de fiarme, cuando los demás son los falsos no hacen mas que vigilarme, ¿Qué coño queréis provocarme? Un infarto?, Que derrame sangre? Ná no pienso dejar traumatizarme por esas payasadas  que no me aportan nada, simplemente una sórdida mirada desconfiada, y si puedo te devolveré la patada, soy un poco retrasada? Para nada, enamorada? Quizás si , o quizás no, eso no lo se ni yo, solo pretendo se una persona mejor, evolucionar día a día como esa dulce melodía que emana de los altavoces, tu a mí ni te arrimes, tu a mí ni me roces, sé que esto hace que esboces una vaga sonrisa, pues bien por ti chico yo ya no tengo prisa, si tú la tienes pues pagas con la visa, a lo lejos se divisa una tormenta, la ligera brisa acaricia mi tez de piel morena, y no me llames nena si no quieres que te meta una colmena entera de abejas por el culo, ya ni disimulo, si es que al final te mandaré a tomar por culo, y no rulo esto por intento de provocación, simplemente lo rulo porque supuestamente le mola a la gente lo que pasa por mi mente y escribo directamente, ni padece ni siente este frío corazón le ha dado un chungo y le queda poca palpitación. Desde esta oscura habitación es desde donde yo escribo, tristeza y frío son lo único que percibo, aquí tengo un recibo del Toysarús, ya me voy para atrás , me estoy durmiendo y yo sigo escribiendo, ya me voy despidiendo pues aquí no pienso acabarme durmiendo.

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