martes, 2 de junio de 2015

Irracionalmente...

Soy toda una experta en echar para atrás los nudos en la garganta, en sentir ese dolor cuando poco a poco se van quemando, muriendo mis sentimientos, en esperar como la que más a ese simple quizás que no se cumple o acaba cumpliéndose demasiado tarde. Odio el tiempo, odio la dejadez de la gente y muchas veces la mía propia, odio tantas cosas... Pero ahora mismo lo que más odio es el capricho que tienen los sentimientos de ir y venir cuando nadie les reclama. Es inevitable ese sentimiento de idiota cuando te quedas tu sola en el proceso, es difícil ver desde un punto objetivo cuando entras en él, aunque a veces se tengan breves momentos de lucidez, pero se acaba volviendo a la mente atontada, monótona, triste, y deprimente de siempre. Y lo mejor de todo es que tienes en tus manos el poder de cambiar eso, pero a veces es tal el retraso mental que se hace demasiado difícil, o simplemente nos aferramos a circunstancias, a hechos pobres, incluso, a indirectas que queremos ver pero no son nada claras y probablemente nos estemos inventando con la excusa de aferrarnos aun más. Es tan absurdo, tanto como ignorarlo por que luego, cuando te das cuenta, hay dos opciones; el haber olvidado por completo o el ver que esas cosas a las que te has ido aferrando poco a poco han crecido y realmente no tengan ningún tipo de sustento, por que nunca lo han tenido, pero tu se lo das irracionalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario